Miguel Hernández.
MIGUEL HERNÁNDEZ
Extraído de la WIKIPEDIA.
Miguel Hernández Gilabert Nació, en Orihuela el 30 de octubre de 1910 y falleció en Alicante el 28 de marzo de 1942.
Fue un poeta y dramaturgo de gran importancia en la literatura española del siglo XX.
Infancia y juventud.
Nació en una familia dedicada a la crianza de ganado. Pastor de cabras desde muy temprana edad. Entre 1915 y 1916 fue escolarizado en el centro “Nuestra Señora de Montserrat”. De 1918 a 1923 estudia educación primaria en las escuelas del Amor de Dios y de 1923 a 1925 estudia bachillerato en el colegio Santo Domingo de Orihuela. Luego abandona los estudios por orden paterna para dedicarse en exclusiva al pastoreo, aunque poco tiempo después cursa estudios de derecho y literatura. Mientras cuida el rebaño, Miguel lee muchísimo y escribe sus primeros poemas. Marcha a Madrid y es nombrado colaborador en las Misiones Pedagógicas. Más tarde trabaja como secretario y redactor de la enciclopedia Los toros y colabora en Revista de Occidente. Por esta época mantiene una intensa relación amorosa con la pintora Maruja Mallo y conoce al escritor Vicente Aleixandre y al poeta Pablo Neruda, a quien les une una gran amistad.
Etapa de la Guerra Civil.
Al estallar la Guerra Civil, Miguel Hernández se alista en el bando republicano y lucha en los frentes de la batalla de Teruel, Andalucía y Extremadura.
En plena guerra, se casa con Josefina Manresa. En diciembre de 1937 nace su primer hijo, Manuel Ramón, que muere a los pocos meses y enero de 1939 nace el segundo, Manuel Miguel.
Prisión y muerte.
Terminada la guerra intentó cruzar la frontera de Portugal por Huelva pero la policía portuguesa lo entregó a la Guardia Civil y fue ingresado en la cárcel de Sevilla y de allí trasladado a Madrid, donde, gracias a Pablo Neruda, salió en libertad, sin ser procesado. Vuelve a Orihuela donde vuelve a ser detenido, juzgado y condenado a muerte en 1940. Varios amigos intercedieron por él, conmutándosele la pena de muerte por la de treinta años. Pasó a la prisión de Palencia y al Penal de Ocaña (Toledo). En 1941, fue trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante, donde enfermó. Padeció primero bronquitis y luego tifus, que se le complicó con tuberculosis. Falleció en la enfermería de la prisión alicantina con tan sólo 31 años de edad. Actualmente sus restos mortales reposan en una sepultura del mismo cementerio de Nuestra Señora de los Remedios de Alicante, junto a los de su mujer Josefina Manresa y su hijo.
Obras.
Perito en lunas, Murcia, La Verdad, 1933
El rayo que no cesa, Madrid, Héroe, 1936.
Viento del pueblo. Poesía en la guerra, Valencia, Socorro Rojo Internacional, 1937
El labrador de más aire, Madrid - Valencia, Nuestro Pueblo, 1937.
El rayo que no cesa, Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1949
Seis poemas inéditos y nueve más, Alicante, Col. Ifach, 1951.
Obra escogida, Madrid, Aguilar, 1952
Cancionero y romancero de ausencias, (1938–1941), Buenos Aires, Lautaro, 1958
Antología, Buenos Aires, Losada, 1960
Obras completas, Buenos Aires, Losada, 1960
El hombre acecha, Santander, Diputación, 1961
Obra poética completa, Madrid, Zero, 1979
24 sonetos inéditos, Alicante, Instituto de estudios Juan Gil-Albert, 1986
Poemas:
CERCA DEL AGUA TE QUIERO LLEVAR.
Cerca del agua te quiero llevar,
porque tu arrullo trascienda del mar.
Cerca del agua te quiero tener,
porque te aliente su vívido ser.
Cerca del agua te quiero sentir,
porque la espuma te enseñe a reír.
Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.
Cerca del agua perdida del mar,
que no se puede perder ni encontrar.
EL SOL, LA ROSA Y EL NIÑO.
El sol, la rosa y el niño
flores de un día nacieron.
Los de cada día son
soles, flores, niños nuevos.
Mañana no seré yo:
otro será el verdadero.
Y no seré más allá
de quien quiera su recuerdo.
Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
lor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo.
Entre las flores te fuiste.
Entre las flores me quedo.
UVAS GRANADAS Y DÁTILES
Uvas, granadas, dátiles,
doradas, rojas, rojos,
hierbabuena del alma,
azafrán de los poros.
Uvas como tu frente,
uvas como tus ojos.
Granadas con la herida
de tu florido asombro,
dátiles con tu esbelta
ternura sin retorno,
A LUNA VENIDERA.
A la luna venidera
te acostarás a parir
y tu vientre irradiará
la claridad sobre mí.
Alborada de tu vientre,
cada vez más claro en sí,
esclareciendo los pozos,
anocheciendo el marfil.
A la luna venidera
el mundo se vuelve a abrir.
Alba,Benito,María,Rebeca 3º.
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